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jueves, 25 de enero de 2018

Etiquetado de los alimentos

Las etiquetas de los alimentos proporcionan la información necesaria al consumidor sobre el contenido y el procesado del alimento.
Debe contener:
  • El nombre del producto.
  • El valor nutricional (calorías, glúcidos, proteínas, etc.).
  • El peso (neto o escurrido) o volumen.
  • Identificación de la empresa y registro sanitario.
  • Código de barras.
  • Instrucciones de conservación y modo de empleo, en caso necesario.
  • Ingredientes que se han utilizado para elaborar el producto.
  • Los aditivos alimentarios añadidos.
  • Legislación aplicada de la Unión Europea.         
  • Fecha de caducidad o de consumo preferente.   
  • Número de lote.    
Si se han utilizado productos transgénicos es obligatorio que lo indique en la etiqueta. 

¿Para que nos va a servir dicho etiquetado?.
Leer el etiquetado de los alimentos de manera habitual, nos permitirá:
 
  • Mejorar nuestros hábitos  alimentarios.

  • Conocer con seguridad los ingredientes que contienen los alimentos.

  • Conocer las características nutricionales de los alimentos.

  • Mejorar la seguridad alimentaria de nuestra dieta.

  • Conocer la fecha de caducidad del producto a consumir.

  • Saber las condiciones de conservación y utilización del alimento.

  • Identificar  los conservantes y aditivos que se han utilizado.

  • En personas alérgicas o intolerantes a algún nutriente detectar ingredientes que puedan afectar a su salud.

  • En el caso de ser una persona con diabetes, saber la composición de hidratos de carbono que contiene ese alimento, que porcentaje son de absorción rápida y cuántos son de absorción lenta.



Beneficios de glucidos complejos frente a los simples

Principales macronutrientes, que son esenciales en una dieta equilibrada:

Glucidos

Lípidos 
Proteinas

Los glúcidos proporcionan calorías necesarias para la producción de energía, y proveen más del 60 % de la cantidad de energía que necesita el organismo.


Los hidratos de carbono o glcidos se engloban dentro de dos grupos: 


- Simples. Se trata de unidades básicas de azucares o a lo sumo dos unidades unidas.


Composición: Contienen azúcares refinados y muy pocas vitaminas y minerales. 


Digestión: Se digieren rápidamente y tienen muy poco valor nutritivo, porque no contiene suficientes nutrientes esenciales,  por lo que es aconsejable limitar su consumo a pequeñas cantidades. Al tomarlos, pasan directamente a la sangre, de manera que el cuerpo humano segrega insulina, que es una hormona encargada de bajar los niveles trasladando el azúcar a las célula. Al recibir tanta azúcar de momento, la célula empieza a trabajar más de lo debido produciendo energía, esto va a provocar que se sobrecargue rápidamente, devolviendo muchos de los azucares que le llegaron. El cuerpo transformará los azucares sobrantes en grasas. Esas grasas pueden ir al torrente sanguíneo y generar problemas cardiovasculares. No se recomienda el consumo de hidratos de carbono simples, especialmente para los diabéticos.


Los alimentos que contienen carbohidratos simples: 


Azúcar de mesa, 

Productos realizados con harina blanca, 
Miel, mermelada, dulces, pasteles, galletas, chocolate, 
Frutas y sus zumos,  
Refrescos, 
Leche, yogur y cereales envasados; 

De todos ellos elige las frutas, como las más beneficiosas.


- Complejos. Se trata de largas cadenas. 


Composición: Contienen fibra, vitaminas y minerales, que cuentan con un valor nutricional más alto que los carbohidratos simples.  


Digestión: Estos tardan más de tiempo para ser digeridos, por lo que no aumentan los niveles de azúcar en la sangre tan rápidamente como los carbohidratos simples.


Los alimentos que contienen carbohidratos complejos: 


Se encuentran comúnmente en verduras, como espinacas, judías, brócoli, calabacines, cereales integrales y legumbres como las lentejas o alubias.


IMPORTANTE!!!!. Recuerda que si tomas más hidratos de carbono de cualquier tipo de los que necesitas para tu uso inmediato, la parte no utilizada se almacena en el hígado o se convierte en grasa y se deposita en los tejidos para su uso futuro.